lunes, 1 de octubre de 2012


Libertad y liberación,
 Estudio a partir de la Revolución Francesa y la Americana



En este ensayo se determinaran los conceptos libertad y liberación según el pensamiento de Hannah Arendt, y que papel juegan las constituciones en la construcción de esa libertad. Se identifica el tipo de pensamiento caracterizaba a la autora y que pensaba sobre la libertad y liberación en las diferentes revoluciones, en este caso americana y francesa.

El concepto de libertad según Arendt significa la admisión y participación de las personas en el espacio político-público, y la protección de un circulo inviolable de derechos individuales en el marco de un gobierno limitado, es decir, el individuo debe participar de la vida pública para ser libre.
Por lo contrario la idea de "liberación" es diferente, ya que se refiere a la resolución de la cuestión social, al logro de la abundancia, la "felicidad" y la superación de los requerimientos materiales de la gente.

Liberación y libertad no son lo mismo, la liberación es posiblemente la condición de la libertad, pero no conduce directamente a ella.

El fracaso de la revolución francesa estuvo determinada por el hecho de ser una revolución social y no revolución política; eran revoluciones condicionadas por la necesidad y el sufrimiento y no por la libertad; los motivos que impulsaron a los revolucionarios franceses fueron la superación de la pobreza y la miseria de las masas populares y no la creación de un espacio público para el ejercicio de la libertad; las pasiones que los movieron fueron la compasión y la piedad y no el deseo de constituir un poder público. La revolución americana era, por el contrario, una revolución para la para la fundación de un cuerpo político que garantizara la existencia de un espacio donde pudiera manifestarse la libertad, y se orientó a establecer instituciones equilibradas, duraderas y garantizar un gobierno de leyes y no de hombres.
Una verdadera revolución tiene que ser política y definirse mediante la instauración de la libertad, entendida como la implantación de un espacio público al que intervengan las personas bajo un gobierno limitado, garantía de derechos y equilibrio de poderes.

Lo que deja claro Hannah Arendt es que las revoluciones contienen la promesa de que la libertad publica es posible.

En los textos se logra entender que  la autora identifica que una revolución solo es verdadera cuando tiene como objetivo principal la creación de libertad. Para las revoluciones Americana y Francesa, según Arendt, era necesario que se estableciera una constitución para identificar y determinar los límites del nuevo dominio político y para definir sus reglas internas, que tenían que realizar y construir para un nuevo espacio público.
Las nuevas constituciones revolucionarias tienen muy poco en su forma y contenido, de nuevas y revolucionarias.

Las constituciones no fueron consecuencia de las revoluciones sino por el contrario fueron impuestas tras haber fracasado una revolución y fueron al menos para el pueblo a las que estaban destinadas el símbolo de su derrota no de su victoria.

América era una sociedad sin pobreza. Una vez que se conoció por los europeos, la sociedad y los pobres podían  desempeñar un papel revolucionario.
Los americanos introdujeron la idea de un gobierno republicano con la división de poderes de Montesquieu. La revolución francesa rechazó estas ideas, la tradición de monarquía absoluta era incompatible con el establecimiento de una república.

Los hombres de la revolución pensaban que la revolución tenía como objetivo la libertad y que el nacimiento de ésta era el origen de una historia nueva, no pensaban en aquellas libertades, que son los derechos civiles. Si la revolución hubiese tenido como objetivo sólo la garantía de derechos civiles, entonces no hubiera sido una libertad sino liberación.
La revolución ha estado interesada por la liberación y por la libertad. Pero mientras el deseo de ser libre, la libertad exigía la constitución de una nueva forma de gobierno, exigía la constitución de una república.

Los americanos proclamaron la necesidad de gobiernos civilizados para toda la humanidad. La versión francesa de la declaración de derechos, por el contrario, proclama la existencia de derechos con independencia y al margen del cuerpo político y llega a identificar estos pretendidos derechos, los derechos del hombre con los derechos del ciudadano. Todo hombre en virtud de su nacimiento, se convertí en titular de ciertos derechos.
El objetivo de la Constitución americana no era limitar el poder, sino crear más poder, a fin de establecer un centro de poder completamente nuevo, cuya autoridad iba a ejercer sobre un gran territorio en expansión, del poder perdido al separarse las colonias de la corona inglesa (teoría de la división de poderes de Montesquieu).La revolución americana se produjo en un país que no conocía la pobreza de las masas y en un pueblo que tenía amplia experiencia de gobierno autónomo. Los redactores de las constituciones americanas sabían que tenían que establecer una nueva fuente de derecho y proyectar un nuevo sistema de poder, para ellos el poder se encontraba en el pueblo, pero la fuente del Derecho iba a ser la Constitución, un documento escrito, objetivo y duradero.

Las personas que tuvieron el poder para elaborar constituciones, recibieron su autoridad desde abajo y afirmaron que el poder reside en el pueblo por una realidad viva, la multitud organizada, cuyo poder se ejercía de acuerdo a las leyes y era limitado por ellas.







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